
Todas las especies desarrollan de forma natural el instinto de supervivencia o conservación de la vida ante situaciones adversas o hechos que generen un riesgo o un momento de peligro y para esto es importante aprender a manejar el entorno a nuestro favor. Si deseas adquirir los conocimientos y habilidades sobrevivir, en esta guía encontrarás las técnicas básicas de supervivencia. Continúa leyendo.
Cómo actuar ante una situación de peligro
Ante una situación de riesgo es importante tener y ejecutar un plan de acción, analizar la situación, establecer prioridades y detectar posibles riesgos.
Las técnicas de supervivencia militar tienen muy claro que consumir energía caminando sin un objetivo claro no es una buena idea, no debes tener prisa, salvo en casos donde este en juego la vida de alguna persona. Hacer esfuerzos infructuosos solo genera agotamiento y pérdida de la moral.
Estar ocupado ejecutando el plan de acción te ayudará a controlar las sensaciones de miedo y pánico, te llenará de confianza y te permitirá analizar mejor la situación.
En una situación de peligro siempre habrá algo por hacer. Utiliza toda tu creatividad.
«Improvisa”. A veces las cosas en las que menos crees son las que tienen mejores resultados.
Nunca pierdas el deseo de vivir. De nada vale tener los conocimientos necesarios para sobrevivir si pierdes la voluntad. No debes correr riesgos innecesarios, debes valorar ante todo la vida.
Construir un refugio
La principal función de un refugio es protegerte de los peligros naturales.
Este puede ayudarte a mantenerte más seguro, sobre todo cuando usas técnicas de supervivencia en el bosque o en la selva.
Las probabilidades de presentar hipotermia o un golpe de calor incrementan cuando no tienes un refugio que te proteja de situaciones climáticas extremas. La humedad, el frío y el cansancio, son factores que te debilitan tanto física como mentalmente.
Las características del refugio que vayas a construir dependerán del territorio, el tiempo que supones vas a estar en ese lugar y de las herramientas con las que cuentes en el momento. Es por este último detalle que es importante que cuentes con las herramientas necesarias en el kit de supervivencia.
Para minimizar riesgos se aconseja buscar una zona seca, con cubierta, alejado de zonas pantanosas o aguas estancadas, alejado de ríos y lugares con posibles desprendimientos de roca. Si vas a acampar debajo de los árboles primero debes echar un vistazo que no haya ramas secas que te puedan caer encima.
Tipos de refugios
Naturales: requieren de poco o ningún esfuerzo de construcción. Se aprovechan formaciones naturales como cuevas, rocas, troncos, ramas y hendiduras para acondicionarlos.
Improvisados: en este tipo de refugios se hace uso, tanto de materiales que encontremos en el entorno, como de materiales que llevemos en nuestro equipaje.
El fuego
El fuego es uno de los factores más importantes y tu vida puede depender de la capacidad que tengas para encender y mantener el fuego. Con su uso obtendrás diferentes beneficios como calentar el cuerpo en situaciones de frío extremo, secar la humedad de la ropa, cocinar y hasta podrás usarlo como una señal para que te localicen los equipos de rescate.
Antes de aprender a encender el fuego debes saber las normas básicas de seguridad para encender fuego.
- No excederse con el tamaño de la hoguera ya que se reducen las posibilidades de poder controlarla y mantenerla si es demasiado grande.
- Preparar el entorno. Despeja la zona de todo material combustible aproximadamente dos metros alrededor de la hoguera.
- Cuenta con agua o algún objeto que puedas utilizar para apagarla si es necesario.
Equipar dispositivos como mecheros y cerillas es indispensable. Te pueden ahorrar tiempo y esfuerzo; no tendrás que preocuparte por hacer fuego con materiales improvisados.
Preparar y encender fuego
Independientemente del medio que vayas a utilizar para encender la hoguera, primero debes decidir cuál es el lugar apropiado para hacerlo, teniendo en cuenta factores como el viento y la vegetación.
Lo ideal sería realizar un hoyo de 10 a 15 centímetros de profundidad, rodeado de rocas para albergar la hoguera.
Luego de haber preparado el lugar debes buscar ramas de diferentes tamaños. Las ramas más pequeñas te servirán para encender el fuego y las más grandes para mantenerlo. Asegúrate de que sean ramas secas.
El tipo de leña también es un punto muy importante, ya que el poder de combustión de cada madera es diferente.
Teniendo el terreno preparado, puedes proceder a encender la fogata, ya sea mediante cerillas, mechero, encendedores, pedernal. Y si no dispones de estos elementos existen diversas técnicas con las que es posible encender una hoguera.
Búsqueda y Potabilización de agua

Quizá el factor más importante para que te mantengas con vida. La cantidad de agua necesaria para una persona depende de factores naturales como la temperatura y la humedad ambiental, pero también va ligado al esfuerzo y agotamiento físico. Se estima que el consumo mínimo diario debe ser de 2 litros.
El tipo de ecosistema en el que te encuentras también será determinante para encontrar una fuente de agua. En zonas templadas es mucho más fácil encontrar fuentes hídricas que en lugares secos y desérticos.
Para hallar estas fuentes debes analizar el entorno. Buscar en valles suele ser efectivo ya que por estos desciende el agua.
Observa el comportamiento de los animales ya que ellos también necesitan del agua para sobrevivir, analiza.
Analiza la vegetación. Algunas plantas solo crecen donde hay agua y se puede aprovechar la condensación que se produce en las madrugadas.
Debes tener en cuenta que no todas las fuentes de agua son potables. Para esto debes utilizar alguno de los métodos de potabilización que puedes disponer. Los más efectivos son las pastillas purificadoras que liberan iones de plata y acaban con los gérmenes. Hervir el agua durante 10 minutos también es suficiente. Otros métodos son la adición de yodo o lejía en el agua y si por casualidad andas preparado y cuentas con una botella purificadora de agua, tienes la mitad del trabajo hecho.
Búsqueda de alimento
Encontrar una fuente de alimento es esencial, aunque no sea una prioridad inicialmente, sí es importante para recargar energía, fortalece el cuerpo y elevar la moral.
La alimentación no es tan vital como el agua. Varios estudios y experiencias reales demuestran que el ser humano es capaz de sobrevivir varias semanas sin comer pero no sin beber agua.
En zonas boscosas hay diversas fuentes de alimento. Los reptiles, anfibios e insectos son mucho más fáciles de cazar que los mamíferos y las aves, además son una importante fuente de proteínas.
La recolección de lombrices, arañas, caracoles y otros insectos suele ser mucho más fácil. Solo basta con observar, buscar en los troncos de árboles, debajo de las piedras o en la tierra. Capturar peces o mamíferos pequeños requieren de métodos y estrategias de caza más avanzadas.
Los frutos de los árboles son otra buena fuente de alimento. No es recomendable comer hongos o setas, ni plantas que al ser cortadas expulsen líquido lechoso. Si no estás seguro es mejor abstenerse de comerlas.
Orientación

Contar con dispositivos de orientación como brújulas, GPS o mapas pueden hacer la diferencia entre el éxito o el fracaso.
En situaciones extremas el miedo es una reacción natural que te llevará a tomar decisiones irracionales tratando de hallar una solución, pero esas decisiones pueden empeorar la situación haciendo que te extravíes en un entorno desconocido.
Cuanto más más te muevas sin sentido, más aumentará la desorientación. Por eso es tan importante contar con mecanismos de orientación, pero también hay formas de orientarse de forma natural. si no tienes a la mano ninguno de estos instrumentos.
Aprender a orientarte por medio del sol, las estrellas o la luna son métodos muy eficientes que de ser bien utilizados te pueden ayudar a salir de problemas.
Si tuvieras que realizar desplazamientos para reconocimiento del terreno o para buscar un punto de orientación, es importante realizar marcas que nos ayuden a regresar al punto de partida.
Señales de auxilio

Tienes que aprender a realizar señales de auxilio para maximizar las posibilidades de que los cuerpos de rescate te encuentren con vida.
Señales de fuego y humos son utilizadas para alertar a aeronaves de situaciones de peligro.
Puedes utilizar el entorno para hacer un llamado SOS que sea visible desde el aire.
También se pueden utilizar lentes para proyectar un rayo de luz.
Es válido utilizar todo lo que tengas a la mano para generar una señal que permita a los cuerpos de socorro encontrarte.
Hasta aquí hemos visto lo más básico para seguir adelante en situaciones difíciles o complicadas en las que podemos estar en riesgo. En las demás entradas hablaremos de forma más específica de cómo sobrevivir en cada uno de los ambientes más adversos.